El objetivo de esta entrada es aprender cómo instalar una máquina virtual Linux con VirtualBox en Windows 10, posiblemente la mejor forma de empezar a practicar y aprender Linux.
Ventajas de instalar una máquina virtual Linux con VirtualBox en Windows 10
Hoy día es muy habitual trabajar con una máquina virtual Linux, pero no siempre ha sido así.
Tradicionalmente se dedicaba una máquina secundaria a la instalación de Linux, ese ordenador que se estaba quedando obsoleto, pillando polvo en un rincón.
En otras ocasiones particionábamos el disco duro de nuestro sistema principal Windows, para tener un sistema dual y arrancar a voluntad en Windows o Linux. Eso nos privaba de trabajar en el sistema que no habíamos elegido en el arranque, dejando la tarea para el siguiente reinicio.
Pero con la llegada de las máquinas virtuales y los ordenadores con una potencia razonable a bajos precios, ahora podemos trabajar y aprender Linux sin renunciar a todas nuestras aplicaciones y escritorio de Windows.
Requisitos para instalar una máquina virtual Linux con VirtualBox sobre Windows
Para crear una máquina virtual Linux en VirtualBox en este tutorial utilizaré un portátil de gama baja con Windows 10 64 bits preinstalado. Sus características son las siguientes:
- Procesador: APU AMD A4-5000 a 1,50 GHz con gráficos Radeon integrados.
- Memoria RAM: 8 GB (utilizables 7,44 GB).
- Disco duro: WD 1 TB SATA-2.
Como se puede comprobar, no es ninguna maravilla, pero nos servirá para instalar una máquina virtual Linux con la que aprender y experimentar muchas cosas. Para el ejemplo, voy montar un servidor similar al VPS Debian que tengo en Digital Ocean (servicio que recomiendo), una forma de probar configuraciones, montajes y proyectos antes de llevarlos definitivamente a Internet.
Las características técnicas de esta máquina virtual Linux serán las siguientes:
- Sistema operativo Debian 11 32 bits
- 1 GB de memoria RAM
- 8 GB de disco duro
En algunos sistemas sólo se puede virtualizar en 32 bits (como el caso de mi portátil), mientras que otros permiten virtualizar en 32 y 64 bits.
Vamos a ponernos manos a la obra.
Cómo descargar VirtualBox para Windows
VirtualBox, perteneciente a Oracle, es el software de virtualización Open Source con licencia GPL que utilizaremos en este tutorial. En primer lugar nos dirigiremos a la página oficial de descargas de VirtualBox para conseguir la última versión:

Pinchando en «Windows hosts» descargamos el paquete de instalación, unos 108 MB en el momento de escribir este tutorial.
Cómo descargar una ISO de Debian GNU/Linux
Iremos a la página de descargas oficial de Debian (ISOs de CD-ROM instaladores de la versión estable actual, en arquitectura i386 de 32 bits) y bajamos el archivo de instalación mínima debian-11.5.0-i386-netinst.iso:
Si tu sistema lo permite, también dispones de las versiones de 64 bits y podrías descargar el archivo debian-11.5.0-amd64-netinst.iso.
Dejamos descargando el medio de instalación de Linux y pasamos a instalar VirtualBox con el instalador que acabamos de descargar.
Cómo instalar VirtualBox en Windows
Abrimos el instalador:

Pinchamos en «Siguiente» y pasamos a las opciones de instalación:

Por defecto marca todos los componentes para instalar, y como la carpeta de destino es correcta, pinchamos en «Siguiente».

En esta pantalla venían marcadas todas las opciones, yo me he permitido desmarcar la creación de accesos directos en el escritorio y en la barra de inicio rápido, porque no me gusta tener demasiados iconos a la vista. Las opciones que he dejado marcadas obviamente sí es importante dejarlas así.
Pinchamos en «Next».

El aviso en rojo nos advierte de que durante la instalación perderemos momentáneamente la conectividad por red, para configurar los adaptadores virtuales de red. Como esto no debería ser un problema, pinchamos «Yes» y continuamos.

Después de pinchar en «Install» el control de cuentas de usuario de Windows nos pedirá confirmación de que permitimos que el instalador haga cambios en el sistema.

Se nos pedirá instalar un controlador virtual de bus USB. Es necesario aceptar, puesto que el hardware virtual se comunica con el real a través de estos adaptadores virtuales. No hay más opción que pinchar «Instalar».
Tras unos instantes de ver avanzar la barra de progresión, el instalador nos comunicará que ha terminado su función:

Dejamos marcada la opción de arrancar VirtualBox tras la instalación y pinchamos «Finish».
Cómo crear una máquina virtual Linux en VirtualBox
Por fin tenemos instalado VirtualBox, ha llegado la hora de crear nuestra primera máquina virtual.

Pinchamos el icono de «Nueva» y se abrirá el diálogo de creación de la máquina virtual:

A continuación pinchamos en «Modo experto», para controlar mejor las opciones de configuración de nuestra máquina virtual:

- Nombre: El nombre que tendrá la máquina dentro de VirtualBox, simplemente para reconocerla entre el resto si llegamos a crear otras, y se puede cambiar en cualquier momento. No tiene nada que ver con el nombre de máquina (host) que tendrá el sistema operativo en sí.
- Carpeta de máquina: Es el directorio donde se guardarán los datos de la máquina virtual, incluidas las unidades de almacenamiento virtuales. Puedes dejar el valor por defecto o especificar un lugar concreto de tu sistema de archivos donde quieras tener los datos de esta y otras futuras máquinas virtuales.
- Tipo y Versión: En estos desplegables seleccionamos el sistema operativo que va a correr la máquina virtual.
- Tamaño de memoria: Cantidad de memoria RAM de la que dispondrá la máquina virtual y de la que no dispondrá lógicamente Windows durante su funcionamiento. Teniendo en cuenta lo que queramos seguir haciendo en Windows mientras se ejecute nuestro servidor virtual Linux, y qué queremos que pueda hacer este Linux virtual, estableceremos el tamaño. En mi caso, como es una réplica de mi VPS en Digital Ocean (altamente recomendable), dejo los 1024 MB (1 GB) que vienen por defecto.
- Disco duro: Dejamos seleccionado «Crear un disco virtual ahora».
Pinchamos en «Crear» y continuamos:

- Ubicación de archivo: Especifica dónde se guardará el archivo del disco virtual. Por defecto VirtualBox crea una carpeta para cada máquina virtual, llamada igual que la máquina, dentro de la carpeta «Virtual VMs» que se ubica en la carpeta de usuario de Windows.
- Tamaño de archivo: Con los 8 GB que vienen por defecto me sobra disco, mi VPS tiene 20 GB, corriendo 20 webs «pesadas» con acceso a bases de datos MySQL y todo el sistema está consumiendo menos de 3 GB. Aquí cada uno debe valorar de cuánto espacio dispone en su sistema y cuánto cree que necesitará la máquina virtual.
- Tipo de archivo de disco duro: El VDI va bien, hay distintos estándares y algunos son más portables que otros. Como en principio no tengo pensado usar este disco en otro sistema de virtualización que no sea el VirtualBox en esta máquina Windows, me quedo con la opción por defecto.
- Almacenamiento en unidad de disco duro física: Aquí sí creo importante usar un tamaño fijo, ya que el dinámico parte de un archivo menor al seleccionado durante esta configuración, y con el uso este archivo va creciendo dinámicamente. El problema es que este sistema es más costoso en cuanto uso de disco y puede producir ralentización al concurrir tareas de disco de Windows con tareas de disco de Linux y dinamización del disco de VirtualBox. En cambio, con el tamaño fijo todo corre más suave y rápido.
Pinchamos en «Crear» y en un instante se habrá creado la nueva unidad virtual.
Cómo configurar la máquina virtual
El último paso nos lleva de nuevo automáticamente a la pantalla inicial de VirtualBox:

Con la máquina virtual recién creada, es hora de configurar el sistema. Teniendo seleccionada la máquina en la lista de máquinas del panel izquierdo, pinchamos en el icono de «Configuración» y saltamos directamente a la entrada «Sistema»:

Si lo necesitáramos, podríamos modificar aquí la cantidad de memoria RAM de la máquina. Pero en este momento tan sólo desactivaremos la opción de disquete en «Orden de arranque». Como para un servidor Linux no habría mucho que modificar en la opción «Pantalla», a continuación saltamos a la opción «Almacenamiento»:

En el controlador IDE seleccionamos la unidad de CD-ROM etiquetada como «Vacío» y en «Atributos» pinchamos en el icono del disco (a la derecha de «IDE secundario maestro»). Se abre un menú contextual y pincharemos la opción «Seleccione archivo de disco óptico virtual» que nos presentará una caja de diálogo para seleccionar la imagen ISO del disco de instalación de Debian que habíamos descargado previamente.
Pasamos a la sección de «Audio»:

Como no estamos instalando un sistema de escritorio, deshabilitamos el audio (en teoría ahorramos recursos).
Configurar el tipo de red de la máquina virtual
Pasamos a otra sección muy importante, «Red»:

Aquí hay muchas opciones de configuración, desde una máquina aislada sin red hasta una máquina con 4 adaptadores de red cada uno con su propia configuración. En mi caso particular lo que necesito es que esta máquina forme parte de mi red local como una más, obteniendo la configuración de red del router y siendo accesible desde el sistema Windows tanto directamente como por red, y también desde el resto de dispositivos de mi red local (otros equipos, móviles, tablets, etc.). Esto se consigue con la configuración que se ve en el pantallazo anterior:
- Habilitar adaptador de red: Desmarcarlo es el equivalente a que el servidor no tuviera tarjeta de red, así que lo dejamos marcado. Los otros 3 adaptadores vienen deshabilitados por defecto.
- Conectado a: La opción «Adaptador puente» es la que permite que el adaptador de la máquina virtual sea visible desde la red local que, como expliqué anteriormente, es como queremos que se comporte.
- Nombre: En este desplegable hay tantas entradas como adaptadores de red tenga la máquina anfitriona (en este caso, mi portátil Windows). Como todos los portátiles, tiene un adaptador WiFi y otro Ethernet, y en mi caso se conecta a la red interna por WiFi, por eso está seleccionado el adaptador wireless.
Dentro de «Avanzadas»:
- Tipo de adaptador: Es el adaptador de red que emulará la máquina virtual. Puedes dejar el que viene por defecto, pero si no funcionara, con la máquina virtual apagada cambias esta configuración y pruebas otro adaptador, hasta que encuentres el que funcione.
- Modo promiscuo: Seleccionamos «Permitir todo».
- Dirección MAC: Podemos anotar la dirección MAC por si necesitáramos hacer ajustes en el router, firewall, etc. o bien, establecer una MAC diferente.
- Cable conectado: Simulará que el adaptador tiene el cable de red conectado.
Terminando de configurar la máquina virtual Linux
Las secciones «Puertos serie», «USB», «Carpetas compartidas» e «Interfaz de usuario» vienen con valores optimizados y en la mayoría de ocasiones no es necesario cambiarlos. Así que podemos salir pinchando «Aceptar» y regresaremos a la pantalla principal de VirtualBox.
Cómo instalar Debian GNU/Linux sobre la máquina virtual VirtualBox
Anteriormente habíamos dejado «cargado» el CD-ROM en la sección de «Almacenamiento» de la configuración, y en «Sistema» habíamos dejado el CD-ROM como unidad de arranque. Por lo tanto, al arrancar la máquina virtual cargará la instalación de Debian como si un ordenador normal cargara desde su unidad óptica al encender.
En la pantalla principal de VirtualBox, teniendo seleccionada la máquina que queremos arrancar, pinchamos en el icono de «Iniciar», se abre una nueva ventana y aparece la pantalla de la máquina virtual.
La máquina virtual hará el proceso de POST como si de un ordenador cualquiera se tratara:

Incluso aparece un mensaje indicando que presionando F12 podemos elegir desde qué unidad arrancar.
En la parte superior de la ventana de la máquina virtual veremos unos mensajes informando de la captura de teclado. Para que no se vuelvan a mostrar estos mensajes habrá que pinchar en «No mostrar este mensaje de nuevo«.
De inmediato arranca el instalador de Debian desde el disco óptico virtual:

Ya tan sólo queda elegir el tipo de instalación. Se puede hacer en modo gráfico que será más lento cuanto menos recursos tenga la máquina Windows o en modo texto, que es lo más recomendable.
En la instalación no voy a entrar, porque esto es instalar Debian como se haría en cualquier máquina real, con el disco duro dedicado o compartido, no varía absolutamente en nada y entiendo que no hay dudas con eso (y esta entrada me ha quedado ya bastante extensa).
Si aun así deseas un tutorial sobre el proceso de instalación de Debian, mírate la entrada sobre cómo instalar Debian 11 Bullseye en VirtualBox, donde explico a fondo y con detalle el proceso de instalación, que es el mismo, insisto, en una máquina virtual y en una real.
Cómo funciona el sistema de captura de teclado y ratón de VirtualBox
Si nos fijamos en la esquina inferior derecha de la ventana de la máquina virtual, veremos un icono con una flecha hacia abajo y el rótulo «CTRL DERECHA». El rótulo indica cuál es la tecla caliente que permite capturar y liberar teclado y ratón, y el icono indica si la captura está activada (flecha color verde) o no (flecha color negro).
Con la flecha en color verde, tal y como arranca la máquina, si la ventana de la máquina virtual tiene el foco, el teclado sólo funciona dentro de la máquina (a excepción de la tecla caliente). Por lo tanto combinaciones como ALT+TAB o CTRL+SHIFT+ESC o similares no tendrán efecto en Windows, sino en la máquina virtual. Sin embargo, Windows sí reaccionará a CTRL+ALT+SUPR aunque la máquina virtual tenga capturado el teclado.
Para liberar el teclado y por ejemplo poder cambiar a otra tarea con ALT-TAB presionamos la tecla caliente, se libera el teclado y Windows vuelve a recuperar el control del teclado. Con el teclado liberado las teclas no relevantes funcionan dentro de la máquina virtual, y las especiales las controlará Windows.
Aunque hayamos liberado el teclado y cambiado a otra tarea en Windows, la máquina virtual tiende a capturar el teclado cada vez que recupere el foco.
En el caso del ratón, este no queda capturado hasta que hacemos clic dentro de la pantalla de la máquina virtual. Para poder sacar el cursor de esta pantalla pulsaremos la tecla caliente y entonces ya podremos sacar el ratón de la máquina para usarlo en Windows.
Control de la máquina virtual: Apagado, reinicio, pausa, etc.
Hemos visto cómo iniciar la máquina virtual. Para otras acciones, dentro del menú «Máquina» en la ventana de ejecución de la misma podremos reiniciarla, pausarla y apagarla mediante el sistema ACPI (esto último sólo si el sistema instalado lo permite).
Para cerrar la máquina virtual, en el menú «Archivo» tenemos una opción «Cerrar» que permitirá cerrarla guardando su estado actual o apagarla directamente.
Conclusión final
Instalar una máquina virtual Linux con VirtualBox en Windows es una opción estupenda tanto para aprender como para experimentar sin dañar servidores en producción, o incluso para tener máquinas trabajando en producción.
La potencia de la máquina virtual va a ser una fracción de la de la máquina anfitriona, pero incluso con máquinas modestas se pueden tener resultados interesantes.
Es fantástico poder disfrutar de la virtualización si no se tienen máquinas secundarias donde tener sistemas Linux dedicados, o arriesgarnos a hacer un estropicio al tratar de compartir el disco duro de nuestra única máquina de trabajo.
En esta entrada hemos puesto a arrancar la instalación mínima de Debian, pero el proceso es el mismo para cualquier otra versión de Debian o distribución de Linux: conseguir la imagen del CD o DVD de instalación y cargarla en la unidad óptica virtual (asegurándonos de que sea el primer dispositivo en el orden de arranque de la máquina).
Si tenéis cualquier duda o pregunta, o sugerencia de algún otro tutorial, alguna mejora de este, etc. dejadme un comentario y veo en qué os puedo ayudar.
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